Vino el invierno a vernos

Vino el invierno a vernos,
dejó atrás el otoño de un salto
y ahora es un sol frío
el que mañanas baña el asfalto.
Yo lo recibo feroz con brío
y me protejo con mantras,
me tapo con mantas,
podría estar hasta las tantas
dejando caer cálido té por mi garganta.
No es que le tenga miedo al hielo,
es que me quemo
si no me mojo,
si me alejo de mis mundanos
días de verano
se me empañan los ojos.

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