Escapando de las jaulas

Ese niño peculiar que veo en la pantalla
no es sino mi reflejo en antiguas batallas
de intentar adaptarme
y todo eso en balde
porque no podía quedarme
donde me ponían vallas.

Si le ponían muros a mi imaginación
respondía duro por la crispación
de sentirme excluido
y hundido
como un ballenato herido
al que ha acertado un arpón.

Por eso sonrío cuando me hablas
de madurar y tener tablas
cuando el mayor logro
que de mi infancia cobro
es haber liberado a mis pájaros de sus jaulas.

Puedes comprar el ebook de La cuenta de los días en Amazon Kindle aquí.