No me gustan las banderas

Todo empieza con una unión,
y no hay que olvidar que en este mundo
toda unión es excluyente.

Enarbolan un ideal
y olvidan los pliegues y las sombras
pero en realidad
en este mundo imperfecto
todo tiene pliegues y sombras
y por ello nadie (NADIE)
tendría derecho a enorgullecerse
de tierra, color o idea ninguna.

Ante las fiestas y las banderas
otros alzan otras banderas.
Ninguna me convence.
Todos hablan de un respeto
que es ausencia e ilusión.

Tanto orgullo ciego…
Tanto odio propio…
que a veces sólo encuentro patria
en la apatía.

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