El brillo que desprendes

El encuentro fue fortuito,
como lo que silbaba mi boca,
como el salir fuera y no volar
por tener ambos alas rotas.

Las palabras las encadenaba
por retenerte un poco más,
los temas se solapaban
pero a mí me daba igual.

Y empieza a romperse el cielo
y la lluvia nos sorprende
pero ahí sigue iluminando la luz
y el brillo que tú desprendes.

Y puedo ver como presente
el azar que hemos pasado
porque teniéndote en frente
ni siquiera temo al futuro.

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