Amé como los infantes

De niño amé como lo hacen los infantes:
con inocencia,
en cada latencia
sin discutir con mi mente, tirante.
Quise como nadie quiso nunca,
quise querer para siempre,
pequeño inconsciente
pues todo se trunca.
Y el amor terminó, como suele ser.
Aquel niño ingenuo creció,
el corazón en su pecho cicatrizó
y ya no duele al parecer.