Por no manchar

Guardo las lágrimas en la camiseta,
no es por tristeza,
es por no manchar con ellas mi libreta.

Odio marchar de la cama
cuando el sueño aprieta
pero mudo mis escamas
y dormito como receta.

Se me caen los párpados desde que se levantan
hasta que la tensión anuda en mi garganta.

Si hay convicción
nada me achanta
y tras la eyaculación
mis nervios pactan.

Y me olvido de la presión
y de que soy la presa,
me pongo a escribir, que no me estresa.

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