Silencian la melodía

De vuelta a casa
caminando por la acera
los coches que por la avenida pasan
silencian la melodía entera.
Ya no queda rastro
de la percusión,
de la voz, de la instrumental,
de la propia canción.

Tan sólo el ruido de los vehículos.
El ruido de la urbe.
Intento que no me perturbe,
busco en mis auriculares detalles minúsculos.

Pero no encuentro nada,
este mar de ruido
ha dejado la música ahogada.

Dejada atrás la avenida
vuelve la música a brotar
y comienzo a escuchar enseguida
la percusión a ritmo con mi caminar.

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