Pésimo estudiante
Jul-2023
I Como la calma tras la tempestad, sabiendo con tranquilidad que ya nada cambia lo hecho, se relaja el corazón y se diluye la tensión en mi pecho. Mejor no torturarme estando mi examen entregado, mejor no preocuparme de lo que podría haber cambiado. II Siempre me gustó la lectura pero nunca el estudio, los versos me curan, los exámenes los repudio. A estas alturas finales son preludios de mis universitarias aventuras donde enero parece julio. III He visto más amaneceres por estudiar que por voluntad propia. Más que por placeres para trabajar, pero me quedaba en la inopia con la mochila a la espalda parado o caminando con ojeras lilas, el cielo malva y el Sol despuntando. IV Despertarse antes del amanecer, estudiar en la biblioteca de la Universidad. La tensión de las notas por aparecer con la garganta seca clamando piedad. Echándole horas a la memorización en los días de finales buscando mejoras esta evaluación con horarios tales. V Creo que aprendí más con novelas y viñetas que en evaluaciones y clases completas. Más en filosofaciones, aventuras y acción que en exámenes vomitando información. Ya lo dije antes, siempre me gustó aprender pero nunca fui buen estudiante. Pese a esto no miento si digo que en las asignaturas busco el conocimiento. VI Acaban los finales y me encuentro con mis libros, como un oasis al final del desierto que devoro con el ansia del hambriento y saboreo como (creo) se tiene que saborear la poesía. Cojo un libro y saco matices de cada verso, reflexiones por cada dos renglones que me hacen pensar, empatizar, saber qué se siente. Se instalan en mi mente y hacen un fuerte. ¿No es eso ya suficiente?
Puedes comprar el ebook de La cuenta de los días en Amazon Kindle aquí.